La crema catalana, es un postre que combina la suavidad de una crema exquisita con el crujido de una capa de caramelo perfectamente dorado. Este clásico de la cocina española, originario de Cataluña, no solo deleita con su sabor suave y aromático, sino que también ofrece un espectáculo visual y sonoro cuando rompes su capa de azúcar caramelizado. 

El origen de la crema catalana

La crema catalana, también conocida como «crema quemada» o «crema de Sant Josep», es un postre tradicional de Cataluña, una región situada en el noreste de España. Su origen se remonta a tiempos medievales y es considerado uno de los postres más antiguos de Europa. Se dice que la primera mención escrita de la crema catalana apareció en un libro de cocina catalana del siglo XIV, llamado «Llibre de Sent Soví», lo que subraya su larga historia y profunda conexión con la cultura culinaria de la región.

Tradicionalmente, la crema catalana se prepara y se consume el 19 de marzo, durante la festividad de San José, de ahí uno de sus nombres, «crema de Sant Josep». Este postre se caracteriza por su rica y cremosa base, aromatizada con canela y cáscara de limón, y coronada con una fina capa de azúcar caramelizado que se quema justo antes de servir, proporcionando un contraste delicioso entre lo cremoso y lo crujiente.

Te dejo todo lo que necesitas saber para hacer esta deliciosa receta:

Ingredientes para la crema catalana

  • 1 litro de leche entera
  • 8 yemas de huevo
  • 200 gramos de azúcar
  • 40 gramos de maicena (fécula de maíz)
  • 1 rama de canela
  • La cáscara de 1 limón (solo la parte amarilla)
  • 1 cáscara de naranja (opcional, solo la parte naranja)
  • Azúcar adicional para caramelizar

Utensilios necesarios

  • Cazuela grande
  • Batidor de mano
  • Cazo
  • Bol grande
  • Colador fino
  • Cucharón
  • Cucharas de medir
  • Moldes individuales de barro o cerámica (tradicionalmente se usan de barro)
  • Soplete de cocina o hierro para caramelizar

Pasos detallados para la receta de crema catalana

1. Preparar los ingredientes:

Lava bien el limón y la naranja (si la usas) y pela su cáscara, asegurándote de evitar la parte blanca, ya que esta puede ser amarga.

2. Infusionar la leche:

En una cazuela grande, vierte el litro de leche y añade la rama de canela, la cáscara de limón y la cáscara de naranja (si la usas). Calienta la mezcla a fuego medio hasta que comience a hervir. Retira del fuego y deja reposar durante 10-15 minutos para que los sabores se infundan en la leche. Luego, retira las cáscaras y la rama de canela.

3. Mezclar las yemas y el azúcar:

En un bol grande, bate las yemas de huevo con los 200 gramos de azúcar hasta que la mezcla se vuelva pálida y cremosa.

4. Añadir la maicena:

Disuelve la maicena en un poco de la leche infusionada para evitar grumos y luego agrégala a la mezcla de yemas y azúcar. Mezcla bien hasta que esté completamente integrada.

5. Cocinar la crema:

Vierte la mezcla de yemas, azúcar y maicena en la cazuela con la leche infusionada y calienta a fuego medio-bajo. Remueve constantemente con un batidor de mano para evitar que la mezcla se pegue al fondo y se formen grumos. Cocina hasta que la crema espese, pero sin llegar a hervir. Esto puede tardar unos 10-15 minutos.

6. Colar la crema:

Una vez que la crema haya espesado, pásala por un colador fino para eliminar cualquier grumo y obtener una textura suave y uniforme.

7. Repartir la crema:

Vierte la crema caliente en moldes individuales de barro o cerámica y deja enfriar a temperatura ambiente. Luego, refrigera durante al menos 2 horas para que la crema se asiente.

8. Caramelizar la crema:

Justo antes de servir, espolvorea una fina capa de azúcar sobre la superficie de cada crema. Usa un soplete de cocina para caramelizar el azúcar hasta que esté dorado y crujiente. Si no tienes soplete, puedes usar un hierro especial para crema catalana calentado en el fuego, o colocar las cremas bajo un grill muy caliente en el horno, vigilándolas de cerca para que no se quemen.

Consejos para una crema catalana perfecta:

  • Temperatura de cocción: Es crucial mantener el fuego bajo mientras espesas la crema para evitar que se cuajen los huevos.
  • Remover constantemente: No dejes de remover la mezcla mientras se espesa para evitar que se pegue y se formen grumos.
  • Caramelización: Asegúrate de caramelizar justo antes de servir para que la capa de azúcar permanezca crujiente.

¡Disfruta de tu auténtica crema catalana, una delicia que sorprenderá a todos con su textura suave y su delicioso contraste de sabores!

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