En el corazón de Santander, a pocos pasos de la bahía, el restaurante Casa Cirana está escribiendo su propio capítulo en la cocina contemporánea cántabra. Lo hace desde la estacionalidad, el producto local y la sensibilidad de su chef, Diego García, que ha sabido encontrar el equilibrio entre el territorio y la técnica.

Y si hay una estación donde esa conexión con la tierra se hace más evidente, es el otoño. Es tiempo de setas y caza en Casa Cirana, de monte y de fuego, de platos que hablan bajo y profundo, como el bosque tras la lluvia.

Cocina de temporada en Santander: cuando el calendario marca la carta

Casa Cirana no sigue las modas: sigue las estaciones. Su propuesta gastronómica nace del entorno natural cántabro y se construye con producto de cercanía, técnicas precisas y un respeto absoluto por el origen. En otoño, eso se traduce en setas silvestres, carnes de caza mayor, calabazas, raíces, escabeches y fondos de cocción larga.

El restaurante no trabaja con una carta fija, sino que propone menús degustación dinámicos, que evolucionan semana a semana según lo que ofrece el mercado y la montaña. Esta flexibilidad convierte cada visita en una experiencia nueva, pero siempre coherente con el paisaje que la inspira.

El sabor del monte: caza mayor con mirada contemporánea

Entre los platos que mejor representan esta cocina de otoño está el lomo de ciervo de Liébana con escabeche de calabaza y zanahoria agridulce. Un plato que resume la filosofía de Casa Cirana: proximidad, equilibrio y elegancia.

La carne de ciervo, magra e intensa, exige un tratamiento cuidadoso para no perder su carácter. Aquí se cocina con precisión, manteniendo su textura firme, y se presenta junto a un escabeche vegetal que introduce acidez y frescura. La calabaza, con su dulzor terroso, y la zanahoria agridulce, aportan contraste sin tapar la nobleza del producto principal. El resultado es un plato de caza que huye del exceso y abraza la armonía.

Este tipo de elaboraciones muestran cómo de setas y caza en Casa Cirana puede ser refinada y ligera, lejos de los tópicos del recetario más rústico. En Casa Cirana, el monte se expresa con modernidad y respeto, dejando que cada ingrediente hable con claridad.

Setas y caza en Casa Cirana en Santander

Setas de otoño: un regalo del bosque en cada plato

Las setas ocupan un lugar destacado en la propuesta otoñal del restaurante. Desde boletus hasta níscalos, pasando por trompetas de la muerte o senderuelas, cada variedad se trabaja según su personalidad y textura. No hay alardes innecesarios: las setas se presentan como lo que son, una joya del monte, ya sea como guarnición, base de salsas o protagonistas absolutas.

Una de las creaciones más recordadas de esta temporada ha sido la combinación de gulas de monte con jugo de cocido y papada de cerdo ibérico. Un plato que aúna profundidad, técnica y ese hilo invisible que une la tradición con la vanguardia. Aquí, las setas no son un añadido: son parte del discurso gastronómico, del relato de territorio que Casa Cirana construye con cada menú.

Vinos con identidad para acompañar el bosque

La bodega de Casa Cirana es breve pero bien elegida. No pretende impresionar con grandes etiquetas, sino acompañar con criterio y sensibilidad. Las referencias por copa permiten maridar cada pase del menú degustación con un vino diferente, y se priorizan proyectos pequeños, con carácter y compromiso con el terruño.

Tintos ligeros para las setas más delicadas, garnachas atlánticas para los escabeches, mencías estructuradas para la caza… Cada elección amplía la experiencia del comensal sin imponerse, reforzando el protagonismo del plato.

Este enfoque no solo refuerza la filosofía estacional del restaurante, sino que pone en valor la diversidad vinícola española desde una perspectiva accesible y bien argumentada.

Casa Cirana: más que un restaurante, una cocina con alma

Desde su apertura en 2022, Casa Cirana se ha consolidado como una de las mesas imprescindibles de Santander. El espacio, pequeño y funcional, destaca por su cocina vista y un servicio de sala cercano y atento. No hay pretensión, pero sí mucho trabajo detrás de cada detalle.

En otoño, el restaurante se convierte en un verdadero homenaje al bosque cántabro: sus carnes, sus hongos, sus huertas. Pero también a la técnica, a la reflexión culinaria y al amor por lo bien hecho. No hay prisas ni ruido. Solo producto, fuego y oficio.

Visitar Casa Cirana en esta época del año es una forma de entender cómo la alta cocina puede nacer de lo humilde, de lo local y de lo temporal, sin dejar de ser emocionante y moderna.

Casa Cirana en Santander: la estacionalidad como bandera

Para quienes buscan una experiencia gastronómica estacional, honesta y con identidad, Casa Cirana es una parada obligatoria en Santander. Una cocina de autor que respira monte y mar, que sabe a otoño sin caer en clichés, y que encuentra en las setas y caza en Casa Cirana una de sus expresiones más sinceras.

Reservas:
📍 Calle Bonifaz, Santander
📞 942 52 66 98
📸 Instagram: @casacirana