
Restaurantes tradicionales en Santander: por qué Marucho es un clásico
En el corazón de Santander, entre el bullicio del centro y el aroma a mar, se encuentra Marucho, uno de los restaurantes tradicionales en Santander. Un referente para quienes buscan comer bien en Santander sin artificios, con el sabor auténtico del Cantábrico como protagonista. Con más de 60 años de historia a sus espaldas, este establecimiento no es solo un lugar para comer: es una institución para locales y visitantes.
Una historia ligada al mar
Desde sus inicios, Marucho ha sido fiel a una idea clara: ofrecer producto fresco del día, trabajado con esmero y sin disfraces. La historia del restaurante comienza décadas atrás, cuando la pasión por el mar y la cocina tradicional se unieron en un pequeño local que, con el tiempo, se convirtió en uno de los restaurantes tradicionales más emblemáticos de Santander.

Hoy, su esencia sigue intacta. Marucho es un local sin reservas, donde se guarda turno para sentarse y se prioriza a los comensales que esperan. Un detalle que, lejos de incomodar, forma parte del ritual que lo ha convertido en una experiencia imprescindible.
Tradición, autenticidad y respeto al producto
En Marucho no encontrarás platos rebuscados ni modernidades forzadas. Aquí, el producto habla por sí solo. Rape, rodaballo, lubina, percebes, nécoras, cigalas… cocinados con el respeto que merecen y servidos en raciones generosas para compartir.
Su carta es un homenaje a la cocina marinera tradicional, con platos como las albóndigas de rape en salsa marinera, la merluza con cocochas y almejas, o los clásicos bocartes fritos. Todo acompañado por una bodega cuidada, ideal para maridar cada plato con vinos blancos del norte o tintos de crianza.

¿Por qué Marucho sigue siendo un clásico?
Porque no ha cedido a las modas, porque respeta la tradición gastronómica de Santander, porque cada plato está hecho con cariño y con producto de primera. Y porque, después de tantos años, sigue siendo el sitio al que siempre quieres volver.