Receta de puré de calabaza para hacer en casa
El puré de calabaza es como el comodín de la cocina casera: versátil, fácil de usar y siempre delicioso. ¿Quién diría que una simple calabaza podría ser tan popular? Pues sí, este puré se ha ganado un lugar especial en nuestras cocinas, y no es para menos. Desde sopas reconfortantes hasta postres irresistibles, el puré de calabaza hace maravillas en una amplia variedad de recetas.
Preparar un puré de calabaza casero es una experiencia gastronómica sencilla y deliciosa que podemos disfrutar en aproximadamente 55 minutos. En nuestra receta, emplearemos ingredientes naturales como la calabaza, cebolla, puerro y especias, culminando en un plato que es saludable y puede servirse perfectamente junto a pescado a la plancha o al horno.
Nuestra receta de puré de calabaza destaca por su versatilidad y la facilidad con la que se puede convertir en una crema de calabaza añadiendo lácteos, o adaptarla a otras recetas de purés de verduras. A lo largo de este artículo, compartiremos nuestras mejores recetas con puré de calabaza, incluyendo los pasos detallados y consejos para realzar su sabor y nutrición.
Beneficios nutricionales del puré de calabaza
El puré de calabaza no es solo un plato delicioso, sino también una fuente importante de nutrientes esenciales para nuestra salud. Aquí están los beneficios más destacados:
- Vitaminas y minerales: La calabaza es rica en vitaminas A y C, además de minerales como hierro, calcio, fósforo y magnesio. Estos componentes son cruciales para fortalecer el sistema inmunológico y mejorar nuestra salud en general.
- Bajo en calorías: Con solo 28 kcal por cada 100g, el puré de calabaza es ideal para quienes buscan controlar su ingesta calórica sin sacrificar sabor ni nutrición.
- Alto contenido de fibra: La fibra presente en la calabaza ayuda a la digestión y promueve la sensación de saciedad, lo que puede ser de gran ayuda en dietas de control de peso.
Además, el puré de calabaza ofrece:
- Antioxidantes: Contiene betacaroteno y otros antioxidantes que combaten los radicales libres, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y algunas formas de cáncer.
- Salud del corazón: La combinación de fibra, potasio y vitamina C en la calabaza contribuye a la salud cardiovascular.
- Semillas nutritivas: Las semillas de calabaza, ricas en zinc y ácidos grasos Omega 3, son un complemento nutritivo que fortalece el sistema inmunitario y ofrece propiedades antiinflamatorias.
Incluir puré de calabaza en nuestras comidas no solo enriquece el sabor de nuestros platos, sino que también aprovecha sus propiedades depurativas y su bajo contenido en grasas para apoyar un estilo de vida saludable. La Organización Mundial de la Salud recomienda su consumo, destacando su versatilidad y los múltiples beneficios que aporta a nuestro organismo.
Selección y preparación de la calabaza
Para asegurarnos de que nuestro puré de calabaza sea un éxito, la selección y preparación de la calabaza son fundamentales.
- Elección de la calabaza: Nos decantamos por una calabaza madura, con un color uniforme y firme, sin manchas ni partes blandas. Las variedades más comunes para puré son las calabazas de azúcar o las calabazas tipo queso.
- Limpieza: Antes de cortarla, lavamos bien la calabaza para eliminar cualquier impureza de la superficie.
- Preparación: Cortamos la calabaza por la mitad, desechamos las semillas y las fibras y luego la troceamos en piezas más pequeñas para facilitar la cocción.
Para cocinarla, tenemos varias opciones:
- Horneado: Precalentamos el horno a 175°C y colocamos los trozos de calabaza en una bandeja para hornear, con el lado cortado hacia abajo. Los horneamos durante 45-60 minutos o hasta que estén tiernos.
- Al vapor: Ponemos los trozos en una cesta para vapor sobre agua hirviendo, tapamos y dejamos cocer durante 10-15 minutos o hasta que estén tiernos.
- Hervido: Cocemos los trozos de calabaza en una olla con agua hirviendo durante 10-15 minutos o hasta que estén tiernos.
Una vez cocida, dejamos que la calabaza se enfríe. Luego, sacamos la pulpa y la trituramos en un procesador de alimentos o licuadora hasta obtener una consistencia suave. Si es necesario, colamos el puré con un colador de malla fina para eliminar el exceso de líquido. Podemos conservar el puré en un recipiente hermético en la nevera hasta por una semana o congelarlo hasta por tres meses. Recordemos que es preferible no cocinar en exceso la calabaza para preservar sus nutrientes. Además, el puré de calabaza fresca es una excelente alternativa al puré enlatado, especialmente cuando este último escasea.
Receta básica de puré de calabaza
Para preparar un puré de calabaza casero que deleite nuestros paladares y nutra nuestro cuerpo, compartimos una receta básica y variaciones que se ajustan a diferentes gustos y necesidades culinarias:
- Ingredientes:
- 1 kg de calabaza
- 40g de mantequilla o manteca
- 40g de aceite de oliva extra virgen
- Sal y pimienta al gusto
- Agua o caldo de verduras (cantidad necesaria)
- Instrucciones:
- Precalentar el horno a 200ºC.
- Limpiar la calabaza, retirar las semillas y cortarla en trozos.
- Colocar los trozos en una bandeja para hornear y cocinar durante 25-30 minutos hasta que estén tiernos.
- Retirar del horno, dejar enfriar y extraer la pulpa con una cuchara.
- Llevar la pulpa a la licuadora o procesador de alimentos y triturar hasta obtener una consistencia cremosa.
- Si es necesario, dejar drenar el puré durante la noche para eliminar el exceso de agua.
Esta receta también puede adaptarse para preparaciones más ligeras o con un toque internacional:
- Para una versión ligera: Se puede reducir la cantidad de mantequilla o sustituirla por aceite de oliva, y usar caldo de verduras en lugar de agua para cocer la calabaza.
- Versión japonesa: Cocer la calabaza con dashi, salsa de soja, sake y azúcar, luego triturar hasta obtener un puré suave, ideal para usar como base en sopas o salsas.
- Versión española: Para 1,5 kg de calabaza, hornear con aceite, sal y pimienta durante 1-1.30 horas, luego mezclar con mantequilla y leche para obtener un puré cremoso.
Este puré de calabaza puede servirse como un primer plato ligero, perfecto para el otoño y el invierno, y es un excelente acompañante para platos de pescado o mariscos. Además, puede utilizarse en una variedad de postres como tartas de calabaza, galletas, pasteles y flan, aportando un sabor dulce y natural.
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