
Comer en Marucho: una experiencia auténtica en pleno barrio de Tetuán
Comer en Marucho, Santander tiene muchos restaurantes donde se come bien, pero pocos conservan intacta la esencia de una taberna marinera de verdad. En pleno barrio de Tetuán, donde las fachadas aún huelen a salitre y los vecinos se saludan por su nombre, Marucho se mantiene fiel a su historia: la de un lugar donde el producto del mar es el protagonista, sin artificios y con una cocina que respeta lo que el Cantábrico ofrece.
Más que un restaurante, un ritual local
Comer en Marucho no es solo sentarse a la mesa. Es parte de un pequeño ritual santanderino. Sabes que no se aceptan reservas. Sabes que llegar pronto te asegura un sitio. Y sabes que, una vez dentro, todo fluye: te dejas aconsejar, eliges lo que más fresco esté ese día y te olvidas del reloj.
Los camareros se mueven con soltura entre las mesas repletas, las bandejas van y vienen cargadas de lubinas, centollos o cazuelas de almejas. Y tú, mientras tanto, formas parte de ese bullicio alegre que define Marucho desde hace décadas.
El encanto de no tener carta fija
A diferencia de otros restaurantes, en Marucho la carta se adapta al mar. No hay platos de compromiso ni recetas forzadas. Aquí se cocina lo que hay, lo que entra por la lonja esa mañana. Y eso lo convierte en uno de los pocos sitios donde cada visita puede ser distinta.
Hoy hay machote a la plancha. Mañana, igual toca marmita. Siempre hay sorpresas, y eso es parte de su magia.
Un comedor que no necesita postureo
No esperes luces de neón, ni decoración instagrameable. El comedor de Marucho es lo que tiene que ser: mesas de madera, manteles de papel, ambiente de casa. Aquí el lujo está en el sabor del bocado, en el punto perfecto del pescado, en el pan que acompaña la salsa, en la copa de vino que se sirve sin pretensiones.

Y quizá por eso gusta tanto: porque no pretende gustar, simplemente lo consigue.
Marucho, un sitio que muchos imitan pero nadie iguala
En estos tiempos en los que todo cambia rápido, Marucho se mantiene firme en su identidad. No busca reinventarse. Su mayor carta de presentación son los comensales que hacen cola cada día, y los que vuelven año tras año porque saben que en este rincón del barrio de Tetuán el mar sabe a mar y la cocina sabe a verdad.
¿Dónde está Marucho?
📍Calle Tetúan, 21 – Santander
⏱ Por orden de llegada.
☎️ No aceptan reservas.