La bechamel es una de las salsas básicas de la cocina, utilizada en una amplia variedad de platos, desde lasañas y croquetas hasta gratinados y pasteles salados. Su textura cremosa y su sabor suave hacen que sea una adición perfecta para realzar cualquier receta. En este artículo, te enseñaremos cómo preparar la bechamel perfecta, paso a paso, para que puedas dominar esta deliciosa receta artesanal en tu propia cocina.

Ingredientes para la bechamel

  • 50 g de mantequilla
  • 50 g de harina
  • 500 ml de leche
  • Sal, pimienta y nuez moscada al gusto

Utensilios

  • Cacerola o sartén
  • Batidor de mano o cuchara de madera
  • Colador (opcional)

Pasos a seguir

Preparación de la roux:

En una cacerola o sartén a fuego medio, derrite la mantequilla hasta que esté completamente derretida pero no dorada. Añade la harina y mezcla bien con un batidor de mano o una cuchara de madera hasta formar una pasta homogénea, conocida como roux. Cocina la roux durante uno o dos minutos para eliminar el sabor a harina cruda.

Añadir la leche:

Vierte la leche gradualmente sobre la roux, mientras revuelves constantemente para evitar la formación de grumos. Continúa mezclando hasta que la mezcla esté suave y sin grumos.

Cocción y sazón:

Cocina la bechamel a fuego medio-bajo, revolviendo constantemente, hasta que espese y alcance la consistencia deseada, aproximadamente 5-10 minutos. Durante la cocción, añade sal, pimienta y nuez moscada al gusto para sazonar la salsa.

Colar (opcional):

Si prefieres una textura más suave, puedes pasar la bechamel por un colador antes de utilizarla para eliminar cualquier grumo o fibra.

Utilización:

La bechamel está lista para usar en tus recetas favoritas. Úsala como base para gratinados, croquetas, lasañas, sopas cremosas o cualquier otra preparación que requiera una salsa cremosa y deliciosa.

¿Qué hacer si salen grumos en la bechamel?

Cuando te encuentras con grumos en tu salsa bechamel, no te preocupes, ¡es algo común y fácil de solucionar! Aquí tienes algunos consejos para deshacerte de los grumos y obtener una bechamel suave y cremosa.

El primer paso es asegurarte de mezclar la harina y la mantequilla completamente al principio para formar una roux suave y homogénea. Esto es fundamental para evitar la formación de grumos más adelante.

Luego, cuando agregues la leche, asegúrate de que esté caliente pero no hirviendo. La leche caliente se combina mejor con la roux y reduce la posibilidad de grumos.

Si notas que se forman grumos mientras agregas la leche, continúa batiendo vigorosamente con un batidor de mano o una cuchara de madera. Este paso ayuda a romper los grumos y a que la salsa se vuelva suave y uniforme.

Si a pesar de tus esfuerzos aún encuentras grumos en la bechamel, puedes pasar la salsa por un colador fino para eliminarlos antes de utilizarla. Esto te dará una salsa más suave y sin grumos.

¿Con qué usar la salsa bechamel?

La salsa bechamel es un ingrediente delicioso que puede usarse de muchas formas en la cocina. Aquí te cuento algunas de las formas más populares de utilizar esta cremosa y sabrosa salsa:

  1. Lasagna: La bechamel es un componente clave en las lasañas, ya sea como una capa adicional entre las láminas de pasta y la salsa de tomate, o mezclada con la salsa de tomate para darle una textura más suave y cremosa.
  2. Canelones: Similar a la lasaña, la bechamel se puede usar como parte del relleno para los canelones, mezclada con espinacas, carne picada u otros ingredientes.
  3. Croquetas: La bechamel es la base perfecta para hacer croquetas cremosas y deliciosas. Simplemente agrega tus ingredientes favoritos, como jamón, pollo o pescado, a la bechamel espesa, forma las croquetas, rebózalas y fríelas hasta que estén doradas y crujientes.
  4. Gratinados: La bechamel es ideal para gratinar verduras, como la coliflor o las espinacas, o incluso para gratinar platos de pasta como macarrones o cannelloni.
  5. Pasta: Utiliza la bechamel como base para una salsa de pasta cremosa y reconfortante. Agrega tus ingredientes favoritos, como champiñones, espinacas, bacon o pollo, y mezcla con la pasta cocida para obtener un plato delicioso y reconfortante.
  6. Verduras al horno: Cubre verduras como la coliflor, las alcachofas o las patatas con bechamel y queso rallado, y hornéalas hasta que estén doradas y burbujeantes para obtener un plato reconfortante y lleno de sabor.
  7. Pescado: Utiliza la bechamel como base para una salsa cremosa para acompañar filetes de pescado al horno o a la plancha.

Dominar la receta de la bechamel es clave para convertirte en un maestro de la cocina. Con ingredientes simples y pasos sencillos, puedes crear una salsa cremosa y deliciosa que elevará tus platos a un nivel superior. ¡Anímate a preparar tu propia bechamel y disfruta de su versatilidad en una variedad de recetas!

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