
Ubicado en el número 31 de la emblemática calle Tetuán, en Santander, Seña Wine Bar es mucho más que una vinoteca: es un espacio donde el vino, la cocina y la conversación se encuentran para crear una experiencia única. Un rincón pensado para quienes aprecian los matices, los sabores que cuentan historias y los momentos que se saborean sin prisa.
Una carta de vinos cuidada y accesible
El alma de Seña es su selección de vinos, construida con criterio, sensibilidad y una clara vocación por acercar el mundo del vino a todos los públicos. Desde referencias clásicas hasta etiquetas poco conocidas de pequeños productores, cada botella ha sido elegida por su personalidad. Además, muchas opciones pueden degustarse por copa, lo que permite al comensal descubrir, explorar y aprender en cada visita.
Cocina para maridar sin reglas
En Seña, el vino no es un complemento, sino un protagonista. Por eso, la cocina está pensada para acompañarlo, con una carta breve pero rotativa, basada en el producto de temporada y en recetas que despiertan el apetito sin eclipsar la copa. Quesos artesanos, embutidos selectos, guisos de cuchara, elaboraciones al momento y propuestas con influencias del recetario local e internacional se combinan para ofrecer armonías auténticas.
Seña Wine Bar un ambiente íntimo y con estilo
El interiorismo de Seña es cálido, elegante y acogedor. Con luz tenue, mesas pensadas para el encuentro y una barra donde se respira pasión por el vino, es ideal para un afterwork, una cena tranquila o una tarde de tapeo con amigos. El equipo, conocedor y cercano, está siempre dispuesto a recomendar la copa perfecta o sugerir un maridaje especial.
Las raciones que pedimos estaban estupendas los vinos y cervezas con muy buena relación calidad precio, un trato amable y cordial, muy recomendable para pasar una velada con tus amigos.