
Restaurante Panorama, situado en una de las localizaciones más privilegiadas de Santander, es mucho más que un restaurante: es una experiencia sensorial completa que une gastronomía creativa, diseño contemporáneo y una de las mejores vistas a la segunda Playa del Sardinero. Un espacio elegante y versátil que se transforma con el paso del día, invitando tanto a un almuerzo distendido como a un cóctel al atardecer o una cena sofisticada al ritmo de la brisa marina.
Cocina de autor con sabor cántabro y alma cosmopolita
La propuesta culinaria de Restaurante Panorama, se mueve entre la tradición cántabra y la fusión internacional, con una carta pensada para sorprender al paladar sin renunciar al producto de cercanía. Desde sus famosas rabas de Santander o las croquetas de rabo de toro, hasta creaciones como los rollitos vietnamitas de verduras, el tataki de atún rojo o el espectacular arroz marinero meloso con gambas y calamares, cada plato se construye con técnica, sensibilidad y respeto al sabor.
Además, la sección vegana y los menús infantiles convierten a Restaurante Panorama, en un restaurante inclusivo y actual, ideal tanto para comidas familiares como para encuentros entre amigos o cenas de empresa.
Un espacio diseñado para disfrutar
El interiorismo, firmado por Sandra Tarruella, ofrece un ambiente moderno y acogedor, con materiales naturales, líneas limpias y una iluminación cálida que se funde con la luz del Cantábrico. Pero si hay un lugar que roba el protagonismo es su terraza panorámica, abierta al mar, donde cada comida o copa se convierte en un espectáculo visual.
Desde el aperitivo del mediodía al afterwork con cócteles, PANORAMA evoluciona al ritmo del día. Es habitual encontrar música suave, una carta líquida cuidada y un ambiente distendido que invita a alargar la velada con una copa de vino o un combinado premium.
Restaurante Panorama un imprescindible en la escena gastronómica de Santander
PANORAMA Restaurant & Lounge se ha consolidado como uno de los referentes del buen comer en Santander, tanto por su propuesta gastronómica como por su apuesta estética y su privilegiada ubicación. Ya sea por su carta de vinos nacionales e internacionales, por sus postres como la tarta de queso al horno o la crepe de fresas al Grand Marnier, o por sus vistas inigualables al Sardinero, este restaurante está diseñado para quienes buscan una experiencia completa, vibrante y con estilo.
El menú degustación fue espectacular: todo muy bien elaborado y delicioso. La atención de Eugenio fue excelente. ¡Recomendable sin duda!