
En pleno centro de Santander, a escasos metros de la Plaza del Príncipe y en los bajos de un edificio que data de 1818, se encuentra el Restaurante Mesón Los Arcos, un referente gastronómico que lleva más de medio siglo conservando la esencia de la cocina cántabra más auténtica.
Fundado el 11 de mayo de 1968 por Camilo Riancho, fue uno de los primeros establecimientos que surgieron en la zona del Mercado del Este tras el incendio que devastó gran parte de la ciudad en 1941. Lo que comenzó como un sencillo bar se ha convertido en un verdadero icono local, gracias a la dedicación de una familia que ha sabido mantener el alma del negocio a lo largo de las generaciones.
Hoy, el testigo ha pasado a manos de Ángel Riancho, hijo del fundador, quien dirige con orgullo el establecimiento desde 2022, aunque lleva vinculado a él desde 1984. Ángel recuerda con emoción el día de la inauguración, en el que aparece en una fotografía con apenas cinco años. A día de hoy, su padre sigue visitando el local cada jornada, fiel a su rutina de tomar algo y observar, satisfecho, la continuidad de su legado.
Tradición, picoteo y platos de cuchara
El restaurante se ha adaptado a los nuevos tiempos sin renunciar a su carácter tradicional. Con una amplia barra, un comedor dividido en dos espacios y una terraza a pie de calle en Hernán Cortés, Los Arcos es un espacio acogedor que combina la calidez de los mesones clásicos con una cocina casera hecha con mimo.
La cocina está en manos del chef José Manuel Crespo, con el apoyo de Tino Núñez, ambos con una amplia trayectoria y perfectamente integrados en la filosofía del establecimiento: platos propios, de elaboración diaria, pensados para el disfrute compartido. “Hoy el cliente busca probar más cosas, compartir, pero sin renunciar a la calidad ni a la cantidad”, explica Ángel.
En la carta destacan los platos de cuchara, emblemas de la cocina montañesa como el cocido montañés o el lebaniego, además de especialidades en carnes al horno como el lechazo, el cabrito y el chuletón, sin olvidar los pescados del día que aportan el sabor fresco del Cantábrico.
Además, la cocina mantiene un horario amplio que permite al comensal disfrutar de determinadas elaboraciones incluso fuera del servicio convencional de almuerzo o cena.
Restaurante Mesón los Arcos un clásico vivo en Santander
Mesón Los Arcos no es solo un restaurante: es una parte viva de la historia de Santander, un punto de encuentro donde generaciones de santanderinos y visitantes han compartido sobremesas, celebraciones y encuentros cotidianos. Su ubicación privilegiada, la fidelidad de sus clientes y su firme apuesta por la cocina tradicional hacen de este restaurante un lugar imprescindible para comer en Santander, disfrutar del auténtico sabor de Cantabria, y revivir el espíritu acogedor de los mesones de siempre.