
En pleno centro de Santander, a un paso de Puertochico, La Voladora es un restaurante que ha sabido combinar el arte de la brasa tradicional con una cocina creativa de autor. Su carta, diseñada por el chef Pablo Pérez, propone un recorrido por sabores mediterráneos y productos de proximidad, tratados con técnica, respeto y un punto de audacia. Este espacio, cálido y contemporáneo, ha conquistado a locales y visitantes que buscan una experiencia gastronómica cuidada y auténtica.
Brasa, sabor y creatividad
En La Voladora, cada plato cuenta una historia. Destacan especialidades como el solomillo Wellington, el pulpo a la brasa con emulsión de pimentón, o la lubina con verduras al carbón, donde la leña no solo cocina, sino que aporta carácter. Su cocina se apoya en ingredientes frescos y de temporada, y se nota en los entrantes, como las croquetas de jamón ibérico o los champiñones rellenos de cecina, y en postres tan redondos como la leche frita con helado de canela.
Más que una comida: una experiencia
Con una ambientación luminosa y elegante, La Voladora ofrece un entorno ideal tanto para comidas íntimas como para cenas con amigos o celebraciones especiales. Su equipo destaca por la profesionalidad, la cercanía en el trato y una atención que acompaña sin invadir. Las valoraciones reflejan una experiencia sobresaliente, con platos bien presentados, sabores equilibrados y un servicio que mima cada detalle.
Era la primera vez que ibamos y hemos salido encantados tanto la decoración, la comida y el servicio.
Fui a cenar con mi novia el finde pasado y nos ha gustado mucho, muy guapo el sitio y los platos. Un poco carillo algún plato pero calidad y servicio estupendo.