Desde su apertura en 1982 en la Avenida del Faro, el Restaurante El Barco Santander ha sido un punto de referencia en la gastronomía local. En 2004, Ramón asumió el mando del negocio, transformándolo y elevando su reputación como uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad.
Ubicación Privilegiada
Situado cerca de la Playa de Mataleñas, el Campo de Golf homónimo y a pocos pasos del Faro de Cabo Mayor, El Barco ofrece no solo una excelente comida, sino también vistas panorámicas impresionantes. Sus dos terrazas son el escenario ideal para disfrutar de una comida tranquila, una cena romántica o simplemente una copa relajante mientras se disfruta del mar y el paisaje urbano de Santander.
Servicios del Restaurante El barco
El comedor del Restaurante El Barco tiene capacidad para 150 comensales, proporcionando un ambiente acogedor y familiar que es perfecto para celebraciones familiares, cumpleaños, comuniones y eventos especiales. La decoración única del local refleja su larga historia y contribuye a crear una atmósfera cálida y acogedora que invita a los clientes a sentirse como en casa.
Además, El Barco Santander se enorgullece de ofrecer una experiencia gastronómica excepcional que combina lo mejor de la cocina tradicional con influencias contemporáneas. La carta propone una variedad de platos que satisfacen todos los gustos, desde mariscos frescos hasta carnes a la parrilla y opciones vegetarianas. Destaca sus diferenciación en dos tipos de menú. En primer lugar, el cántabro, centrado en productos de la zona. Por el otro lado, el de arroz, en el que el plato principal puede ser, paella de Marisco y nécora o arroz con costilla y boletus, especialidades de la casa.
En conclusión, Restaurante El Barco en Santander no solo se destaca por su ubicación privilegiada y su ambiente acogedor, sino también por ofrecer una experiencia gastronómica de primera clase que captura la esencia de la cocina cántabra. Con una larga historia y un compromiso con la calidad y el servicio, El Barco sigue siendo una opción preferida para locales y visitantes que buscan disfrutar de la gastronomía cántabra junto al mar en Santander.
Ambiente sereno y agradable con un menú variado.También hemos probado las tapas en visitas anteriores y siempre cumplen las expectativas. Seguro que volveremos.
Disfrutamos del menú del día, que resultó ser delicioso y abundante. El servicio fue excepcional. El lugar es tranquilo y tiene un aparcamiento cómodo. Muy recomendable.