
Situado en la emblemática Calle Castelar, 19, en el barrio de Puertochico, La Posada del Mar es una marisquería con casi 60 años de historia que sigue deleitando a santanderinos y visitantes por su cocina tradicional y productos de mercado de altísima calidad. En un local amplio, con decoración marinera y cuadros que reflejan su tradición, ofrece un ambiente familiar y auténtico frente al mar .
Plato único: pescado salvaje y mariscos de temporada
La clave de su éxito es la frescura del género: pescados de captura salvaje como lubina, rodaballo, machote o merluza de pincho se cocinan con sencillez para preservar todo su sabor . Las mariscadas, percebes, almejas, gambas y txangurro entran en su carta habitual. Destacan también platos clásicos como la merluza con chipirones en su tinta, marmita de santiaguiños, y su legendaria paella de marisco . Raciones generosas, presentaciones caseras y sabores que transportan al Cantábrico auténtico.
Terraza marinera accesible todo el año
Dispone de terraza cubierta y climatizada, una rareza en Santander que permite disfrutar del Cantábrico incluso en invierno. El local, con varios comedores y bodega con más de 170 vinos, ofrece servicios para grupos, banquetes y reservas . Javier Herrero, al mando de la cocina, mantiene la apuesta por producto y tradición.
Recomendación personal: perfecta para degustar lo mejor del Cantábrico
Si buscas una experiencia marinera auténtica en Santander, La Posada del Mar ofrece un entorno clásico con producto fresco y alma de puerto. Este restaurante es ideal para degustar un menú del día de pescado salvaje, mariscadas entre amigos o cenas especiales frente al mar. El cocinero selecciona lo mejor del día en el mercado, garantizando calidad y sabor genuino, y su bodega ofrece maridajes acertados que culminan en un precio medio de 45 – 60 €, según el nivel del servicio.
Fuimos a cenar con motivo del cumpleaños de mi tía y la verdad es que la calidad del pescado y el tamaño es de 10. Estuvimos además en la terraza después que se estaba muy gusto.