Ubicado en la calle Arrabal, en pleno centro histórico de Santander, La Esquina del Arrabal es mucho más que un restaurante: es un lugar donde la tradición gastronómica cántabra se encuentra con la creatividad culinaria en un entorno acogedor, moderno y lleno de encanto. Con una ubicación privilegiada y una estética que invita a quedarse, este local se ha convertido en uno de los favoritos tanto para los santanderinos como para quienes visitan la ciudad y desean descubrir sabores locales con un toque diferente.
Tapas con identidad y cocina de proximidad en La Esquina del Arrabal
La propuesta gastronómica de La Esquina del Arrabal está marcada por la calidad del producto, la presentación cuidada y una carta que combina lo mejor de la cocina tradicional con opciones más vanguardistas. Entre sus tapas más destacadas se encuentran el taco de pollo al curry con setas, una fusión sabrosa y sorprendente, o el pincho de solomillo con salsa de pimienta, jugoso y bien equilibrado. Sus pinchos generosos son ya todo un reclamo, ideales para quienes buscan disfrutar de pequeños grandes bocados que conquistan desde el primer bocado.
Además, el restaurante apuesta por una cocina inclusiva, con opciones vegetarianas y veganas como la Beyond Burger, elaborada con ingredientes de origen vegetal sin renunciar al sabor, o sus ensaladas frescas, perfectas para quienes prefieren propuestas más ligeras. La carta se completa con una interesante selección de vinos nacionales e internacionales, así como una cuidada oferta de cócteles artesanales que elevan la experiencia gastronómica.
Un espacio con personalidad y buen ambiente
El ambiente de La Esquina del Arrabal es uno de sus grandes atractivos. Su terraza colorida y animada, ideal para disfrutar de un tapeo al sol o de una cena al aire libre durante las noches de verano, invita al disfrute relajado. En el interior, la decoración con elementos de madera, detalles rústicos y toques modernos crea una atmósfera íntima, confortable y estilosa, perfecta para comidas informales o encuentros especiales.
El trato cercano y profesional del personal contribuye a que cada visita sea acogedora y agradable. Aquí, el servicio no es solo eficiente, sino cálido y personalizado, lo que convierte cada comida en una experiencia gastronómica memorable.
Tienen muchos pinchos y los que probamos estaban deliciosos, sitio perfecto para tomar algo👌
Fuimos a cenar el día que llegamos a Santander. Los pinchos muy ricos, las croquetas de jamón estaban super ricas y la ración de pollo también